jueves, 4 de febrero de 2016

Inti Raymi

Inti Raymi
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Inti Raymi moderno en SacsayhuamánPerú


Inti Raymi (en quechua ‘fiesta del sol’), antiguamente llamada Wawa Inti Raymi (fiesta del sol niño), era una ceremonia incaica y andina celebrada en honor de Inti (el dios sol), que se realizaba cada solsticio de invierno (24 de junio, en el hemisferio sur). Los actuales pobladores de los países andinos, con la presencia de visitantes nacionales y extranjeros, continúan realizando esta tradición, ahora considerada una ceremonia de interés turístico.1 Al tratarse de una tradición inca, el Inti Raymi se mantiene como un rito para muchas otras comunidades indígenas de legado incaico, algunas de las cuales están asentadas en otras partes del antiguo territorio inca, como en EcuadorColombiaChile, norte argentino (Jujuy) y Bolivia.[cita requerida]
Durante la época de los Incas, el Wawa Inti Raymi fue instituido por el inca Pachacútec en la década de 1430 dC, como parte de su reorganización político-administrativa del estado inca, y era un ritual para legitimar el control imperial sobre los pueblos sometidos. El raymi del solsticio de invierno era uno de los dos mayores festivales celebrados en honor al sol en el Cusco.2 El otro festival era el Capaq Inti Raymi, (fiesta del gran sol) celebrado por los Incas en el solsticio de verano en el hemisferio sur (21 de diciembre). Según relata el mestizo peruano Inca Garcilaso de la Vega(1539-1616), el Wawa Inti Raymi significaba que el dios Sol renacía para dar inicio a un nuevo ciclo anual, el "tiempo circular inca" (debido a que no concebían el tiempo como lineal sino como un círculo cronológico)[cita requerida] así como el origen mítico del Inca, quien fue enviado por el Sol (como dios ordenador de las acciones de las poblaciones del antiguo mundo). Su celebración duraba 15 días, en los cuales había danzas, ceremonias y sacrificios. El último Wawa Inti Raymi con la presencia del Inca fue realizado a partir del 21 de junio del año 1535.
En 1572 el virrey Francisco Álvarez de Toledo (1515-1584) prohibió esta fiesta (junto con las demás principales celebraciones originarias) por considerarla una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. Se siguió realizando de manera clandestina, como protesta a la "extirpación de idolatrías"3
En 1944, el intelectual y artista mestizo cuzqueño Faustino Espinoza Navarro compuso una reconstrucción histórica del Wawa Inti Raymi para atraer el flujo turístico al Cuzco y como parte de la semana de esta ciudad, la cual incluye el Corpus Christi. Se optó por cambiar la fecha original (solsticio del 21 de junio) por el 24 del mismo mes, ya que en el gobierno del presidente A. Leguía se había decretado esta fecha como el "Día del Indio". Además, el 24 de junio es la festividad de San Juan, lo cual representaba un día no laborable y por tanto facilitaba la presencia del público. La reconstrucción se basa en la crónica de Garcilaso de la Vega y solo se refiere a la ceremonia político-religiosa. Desde esa fecha en adelante (año 1944), la ceremonia vuelve a ser un evento público y de gran atractivo turístico.
Aunque hoy conocemos a esta celebración con su nombre quechua de Inti Raymi, en realidad se trata de una festividad común a muchos pueblos prehispánicos de los Andes, y que seguramente precede con mucho a la formación del Imperio incaico.
El Inti Raymi aún se celebra como rito sincrético en muchas comunidades andinas. En el callejón ínter-andino septentrional del Ecuador, por ejemplo, el conjunto de festividades relacionadas abarca todo el mes de junio y parte de julio, teniendo cada ciudad sus propios ritos y costumbres, y llegando a paralizarse la vida cotidiana como efecto de las celebraciones, que toman las avenidas noche y día.
NOTICIAS TUNGURAHUA

San Juan de Mocha con devoción celebra fiestas

Con exactitud no se conoce cuantas ediciones de las Fiestas de ‘San Juan’ de Mocha se celebran, sin embargo los mochanos disfrutan sus fiestas con devoción.
Hoy desde las 15h00 iniciarán las actividades festivas. El pregón de fiestas tendrá un recorrido de más de dos kilómetros de distancia y contará con la presencia de más de medio centenar de comparsas que representarán a las instituciones educativas y caseríos del cantón.
Mocha cumple 473 años de fundación española, por lo que muchos historiadores y habitantes de la localidad asumen que es el mismo número de años de festividades por su santo patrono.
Danilo Armendáriz, tesorero del Comité de Permanente de Fiestas, comentó que para la edición de este año la organización cuenta con un presupuesto de no más de ocho mil 500 dólares que fueron recaudados con la peregrinación de la imagen de San Juan por todos los rincones del cantón.
“El dinero sirve para un poco de la logística, no contamos con ninguna partida presupuestaria fija o cosa por el estilo, las fiestas se desarrollan por la devoción de los mochanos”, agregó el tesorero.
Es así que son los más de 30 priostes mochanos residentes en España los que anualmente financian las fiestas de la fe de Mocha, que para muchos tienen mayor significado que las mismas fiestas de cantonización.
Las fiestas que empiezan el 2 de junio se irán de corrido hasta el 16 de julio cuando se presenta la última corrida de toros de lidia.
Por otra parte Armendáriz comentó que

La Fiesta del Inga Palla se recordó en Tisaleo

Alrededor de 300 guerreros comandados por el capitán del Pueblo (el cacique del cantón Tisaleo), que en este año estuvo representado por Rodrigo Freire, tratan de evitar el ingreso de las tropas españolas, pero al final ceden ante los invasores.
Esta escena se repite cada año en el sector conocido como El Relleno, en Tisaleo, Tungurahua. La actividad, que es la presentación central de la Fiesta del Inga Palla, que desde el 2011 es reconocida como Patrimonio Cultural Intangible del país, se realizó el pasado lunes.
Según la historia, el hecho se registró en 1534 cuando el cacique Tisaleo, al mando de 12.000 guerreros, trató de impedir que las tropas españolas, compuestas por 200 ibéricos y apoyados por 11.000 cañaris, siguieran su paso, lo que dio origen al Inga Palla, alusivo a los niños y niñas que son llevados en urnas durante la fiesta, en la que cada tropa va presidida por la banda de pueblo y priostes.
El alcalde de Tisaleo, Rodrigo Garcés, a través de la información antropológica que recogieron técnicos del Instituto de Patrimonio Cultural, realizó algunas observaciones a la festividad, entre ellas el correcto uso de la vestimenta que representa a los españoles y la prohibición del licor en ese acto.
El funcionario comentó que otro punto destacable de la fiesta es que se rememora la llegada del cristianismo con la imagen de santa Lucía, patrona del cantón, y que se dice fue llevada a ese sector desde Italia.
Segundo Guamán, de 63 años, representó a uno de los capitanes de las tropas españolas que estuvieron en el frente de batalla a la conquista del Reino de Quito. Refirió que después de 22 años vuelve a ser uno de los líderes que enfrentan al cacique Tisaleo y que así como lo hizo hace casi medio siglo, también ahora es por la fe a la patrona “De la vista”, como también se la conoce a santa Lucía.
El devoto indicó que para representar a su personaje debe hacer un fuerte gasto económico, pero –dijo– que lo hace primero por fe y luego porque quiere que la festividad, que es parte de la cultura del tisaleño, no se pierda. Espera que la tradición se mantenga para que niños y jóvenes en el futuro sean los protagonistas.
“No vamos a repartir trago, (los capitanes) hemos hecho el compromiso de entregar caramelos en vez de licor”, manifestó Guamán.
En la guerra participan unas 3.000 personas, entre los guerreros al mando del cacique Tisaleo y los de las tropas españolas; se calcula que asiste un número similar de espectadores.

El Señor del Terremoto es el máximo ícono de fe


Veneración. La imagen del Señor del Terremoto es la joya más representativa para el cantón Patate, reúne cientos de creyentes.
Veneración. La imagen del Señor del Terremoto es la joya más representativa para el cantón Patate, reúne cientos de creyentes.
Son 215 años de fe y tradición que celebran los patateños en honor al Señor del Terremoto, con júbilo y celebraciones eucarísticas.
Los múltiples milagros que le atribuyen a este santo radican desde que su imagen fue hallada, en el terremoto de 1797, por un campesino que pastaba a su ganado, en el sector llamado el Templete, donde ahora lo visitan miles de creyentes.
El milagro más conocido por las generaciones es el de un albañil que cayó desde una altura de tres metros, sin causarse ningún daño, cuando construía la actual basílica del Señor del Terremoto.
“Nosotros fuimos los elegidos para que nuestro Señor se quede en Patate, porque cuando hubo el terremoto de hace 200 años, los pelileños se lo quisieron llevar, pero la imagen se hizo tan pesada que no se movió del lugar”, dijo José Mera de 70 años de edad, quien cuida la iglesia desde hace 15 años.
Él también le atribuye un milagro a su patrono, pues hace unos meses explotó un cargamento de pirotecnia muy cerca de él que podía haber causado desgracias y muertes, pero el salió casi ileso, gracias al Señor.

Una verdadera fiesta
Para los patateños, febrero es la fiesta más esperada del año, porque es la oportunidad de demostrar la gratitud y el amor fervoroso que le tienen al Señor del Terremoto.
Los hogares, locales comerciales, empresas públicas y privadas ponen a disposición lo que han trabajado el año, porque lo han hecho en nombre del Señor del Terremoto y participar de la fiesta con cualquier actividad es el más grande honor para ellos.
Los momentos más trascendentales para los creyentes son la visita que unos meses antes de la fiesta hace la imagen por todos los barrios y caseríos de Patate y gran parte de Pelileo.
La misa campal es otro de los actos más esperados por los católicos, pues dicen que es su recuentro con Dios, después de confesarse y recibir la sagrada comunión, con el cuerpo de Cristo en la ostia.

Trabajan por fe
La celebración de los patateños lleva más de 200 años en honor al Señor del Terremoto, pero las fiestas han cambiado con el pasar de los años hasta convertirse en la identidad propia de sus habitantes, con actos culturales y religiosos, organizados por el comité de fiestas.
En los últimos años esto también reunió el aspecto social, pues la contribución económica ha servido para crear grandes proyectos en bien de la colectividad.
La obra más grande en beneficio de la fe cristiana es la construcción de la nueva basílica que tiene 39 años de creación. Para esto ha servido la conformación del Comité de Desarrollo Social Señor del Terremoto.

Características del Patrono
La imagen que se dice fue traída de España infunde el más grande respeto, donde propios y extraños admiran a un rostro de misericordia con cabellos naturales y su cabeza ornamentada con potencias de plata, una desgarradora corona de espinas y una caña usada como cetro. Tiene más de 500 túnicas donadas por los peregrinos y cada año estrena una nueva vestimenta (camisa blanca, túnica y sandalias bordadas) donada por sus creyentes.

Semana Santa

La Semana Santa comienza con la celebración el domingo anterior al Viernes Santo de la Entrada triunfal de Jesucristo enJerusalén o Domingo de Ramos.
La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la PasiónMuerte yResurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo elDomingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección,1 aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año) ya que depende del calendario lunar. La Semana Santa va precedida por laCuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra laeucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús elViernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche delSábado Santo al Domingo de Resurrección. Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión.2


El pase del niño
El Pase del Niño, es una tradición muy antigua, en la que se brinda culto al nacimiento de Cristo, el Niño Dios.
Se realizan procesiones cargadas la figura del niño. Los niños se disfrazan de ángeles y pastores, van acompañados de la banda del pueblo, que tocan los villancicos populares. La procesión culmina en una iglesia en la que se celebra la misa. Los Pases de el Niño se celebran el 24 de diciembre de cada año. El pase del Niño que se celebra el primero de enero, y el pase del Niño Rey, que se celebra el 5 de enero a los cuales se les denomina “Pases Menores” en los cuales la participación de la población es menor. Los Priostes son las personas que auspician social y económicamente las fiestas religiosas, sus tareas son las de organizar el Pase realizar las invitaciones y cubrir los gastos económicos. La manera de seleccionar a éstas personas es muy variada, ya que algunos casos son personas designadas o son personas que solicitan serlo.

Día de Difuntos



Como muchas otras festividades cristianas, ésta también tiene su origen en ritos paganos.

Los pueblos celtas comenzaban sus ciclos temporales por la mitad oscura: la jornada se iniciaba con la caída del sol, y el año con el principio del invierno. Así, con el SAMONIS, que equivalía a nuestro 1 º de noviembre, los celtas iniciaban el año con diversos festejos que concluían con "la fiesta de los muertos" .

En el año 998, San Odilon, abad del Monasterio de Cluny, al sur de Francia, instauró para el día 2 de noviembre, la festividad de Todos los Fieles Difuntos en la orden benedictina. En el siglo XIV Roma lo aceptó y lo extendió a toda la cristiandad.

Las civilizaciones prehispánicas de América también rendían culto a la muerte. Los misioneros cristianos tuvieron que adoptar muchos de los ritos y símbolos indígenas para lograr su evangelización.

Actualmente, un lado y al otro del océano, estos días se caracterizan por el recuerdo de nuestros muertos y la visita a los cementerios, pero en cada país o región existen diferentes tradiciones.

En México se tiene la costumbre de visitar los sepulcros y realizar actividades cuasi-festivas: se ornamentan los camposantos; se rinde culto al árbol de la vida; se consumen calacas de azúcar o cabezas de esqueletos que llevan en la frente el nombre de quien recibe el obsequio y, finalmente, se recuerda a los familiares.

En algunas comunidades indígenas mexicanas está muy arraigada la creencia de que en el más allá se otorga al difunto licencia para visitar a sus parientes que aún viven en el mundo terrenal; se trata pues de un huésped ilustre al que hay que agasajar y brindarle toda clase de atenciones. A las 12 horas de día 31 de octubre hasta medio día del 1º de noviembre se dedica el festejo a los niños, poniendo en el altar alimentos como: espumoso chocolate, pan de yema, dulces, tamales y algo especial del gusto del angelito: Se riegan flores de la puerta de la casa al altar para que el niño identifique su hogar y como señal de bienvenida.
El día 2 de noviembre a las 12 horas, se escuchan las detonaciones de cohetes en señal de que los angelitos se están despidiendo y se inicia el repique de campanas para el recibimiento de adultos.

En Ecuador, las familias preparan para la ocasión diferentes platos especiales como la colada morada (especie de crema de maíz negro, clavos de olor, raspadura, babacos, moras, piñas, canela, hojas de arayán, etc), Guaguas de Pan (ver la foto), frijoles, arroz, tamal y carne de cuí (o cuy, roedor pequeño también conocido como cobayo ("el Conejillo de Indias")). Visitan cementerios como es el caso del poblado de Calderón en las afueras de quito; sobre las tumbas de los familiares se pone la mesa y los visitantes pasan todo el día en esta degustación popular y en estrecho contacto con sus seres queridos.



En determinados lugares de Castilla existe la creencia de que los difuntos salen de sus tumbas la noche del 2 de noviembre y maltratan a los vivos que se han atrevido a salir a la calle. En Zamora sigue viva la tradición de la procesión de las ánimas, en la que la cofradía del mismo nombre desfila la noche del 2 de noviembre por las calles del cementerio mientras se reza el rosario a la luz de las velas. Ese día, en Galicia, las ánimas asisten a los sufragios de Difuntos que se celebran en las parroquias.
En Alicante hay una superstición que consiste en poner velas encendidas en las casas durante los días previos a la noche de Difuntos, para que las almas encuentren su camino.
En Tajuelo, en la provincia de Soria, se lleva a cabo el Ritual de las Ánimas al anochecer del día 1 de noviembre. El toque de muertos de las campanas acompaña al vecindario durante todo el proceso. Hay tres grupos: casados, solteros y resto de población. Los dos primeros grupos son los protagonistas principales puesto que son los encargados de ir cantando, salteándose las estrofas, el llamado Cántico de las Ánimas que leen a la luz de las velas en cuatro enclaves de la localidad. Al terminar cada Cántico todos rezan un padrenuestro que inicia el párroco, rezo en el que son acompañados por el tercer grupo que presencia a unos metros a los dos coros y que portan sobre las manos velas protegidas por botes, calabazas o cacharros de barro agujereados.
Al término de cada Cántico resuena por tres veces la campanilla y al finalizar el ritual, el sacristán reparte bollería y vino entre los asistentes.

Lo que no se puede negar es que en España la festividad se ha convertido en un recordatorio de quienes se fueron y en un disfrute de los paladares de los que seguimos aquí: huesos de santo y buñuelos (en toda España), postre de gachas (en Jaén), castañas asadoas (en Galicia y Castilla), arrope y calabazate (en Murcia), rosquillas de anís y patatas asadas (en Salamanca), arroz y talladetes (en Alicante), borrachillos (en Andalucía), panallets ( en Cataluña) y rosaris (en Mallorca) son sólo algunos ejemplos de lo que se cuece por estas fechas.

Este día no faltan hechos humorísticos: aquí va la historia que nos contó Esteve:

"En Atea, pequeño pueblo de Aragón de donde
procede mi abuela, existía (desconozco si en la actualidad de hace todavía)
la tradición de hacer una novena y los ancianos del lugar subían en los días
previos al de difuntos al camposanto rezando por las almas de los
fallecidos. En cierta ocasión a principios del presente siglo (bueno de 1900
y no nos pos pongamos a discutir), los muchachos que iban a entrar a quintas
se les ocurrió una pequeña "broma", se apostaron en las cunetas del camino y
cuando pasó la comitiva se levantaron todos con sábanas blancas y les
dijeron "gracias señoras por sus rezos", vamos, la carrera que se pegaron
cuesta abajo fue que ni de final de los 100 en las Olimpiadas."


Y aquí va lo que nos había contado Wilma:

"En determinados lugares de Castilla existe la creencia de que los difuntos
salen de sus tumbas la noche del 2 de noviembre y maltratan a los vivos que
se han atrevido a salir a la calle.
Sucede igual en la comunidad musulmana no sé qué día, los espíritus (no hace
falta que sean muertos, pueden ser djins, genios) andan sueltos por los
caminos dispuestos a escarmentar al zángano que asome al exterior a partir
de determinada hora, hasta el amanecer del día siguiente. Los críos cuentan
y no acaban de las desgracias que se han producido en el barrio por no hacer
caso de la tradición..."